Friday, July 28, 2006

Lectura de andres
Internet: aliado y enemigo del periodista,
David A. Yanover

El comunicador social se encuentra en la actualidad en un ámbito de trabajo que difiere en gran medida del que formaba su contexto hace una década, por la aparición de una herramienta que trasciende la labor personal, para aventurarse veloz y casi imperceptiblemente en un cúmulo de información que viaja por la red.
El periodista ve en Internet un aliado y un enemigo. Facilita su trabajo, pero hace imposible competir con la abundancia de noticias, y muchas de las prácticas comerciales que se perciben dañan la confianza y el respeto hacia ese medio. Paralelamente, la originalidad que presentan las páginas web es otro factor de diferencia. A veces dedicados a temas exclusivos y específicos, los sitios están diseñados para captar la motivación del usuario. Textos, imágenes, sonidos y videos se combinan en un atractivo paisaje multimedial, que invita al navegador a explorar virtualmente un mundo de hechos, objetos e ideas que le permiten, en segundos, traspasar fronteras sin necesidad de visas.
Al analizar al Internet como medio de comunicación, uno se encuentra con una serie de parámetros que lo distancian de los canales tradicionales de información. No solo los periodistas, diseñadores y programadores participan en la propuesta digital, sino que también lo hace el propio público. La libertad de navegación a través del contenido de un sitio online da lugar a caminos interminables, dado que a partir del ingreso a Internet, uno accede a todas y cada una de las publicaciones, algunas propias de la red, otras son versiones online de aquellas impresas, y la lista converge con foros de opinión, blogs (diarios personales) y otras fuentes características de este revolucionario medio. Internet ha roto las reglas convencionales del periodismo, afectando el modo de trabajar en las redacciones, haciéndose presente continuamente de diferentes formas.
Hablar de Internet es identificar inevitablemente su posibilidad de ser el medio de medios. La radio, la televisión y el papel son capaces de desempeñarse en la red bajo diferentes estándares de juego. El canal informativo que primero se vio amenazado por el surgimiento de Internet fue la prensa escrita, y hoy lo es la radio. Sin embargo, en ambos casos se puede observar y destacar que Internet no solo se transformó en un acompañante de los medios tradicionales, sino también en una herramienta de la cual ya no se puede prescindir.
La entrevista es un tema que ha sido superado por Internet, dando lugar a la posibilidad de establecer comunicaciones avanzadas sin importar las distancias de sus protagonistas. Las salas de prensa, hoy, tienen contactos internacionales e inmediatos. Las aplicaciones empleadas en el desarrollo de sitios web muchas veces son gratuitas. Inclusive, la publicidad ya no es necesario buscarla en la calle, sino que existen recursos que reúnen a anunciantes y medios, ayudando al crecimiento de los pequeños emprendimientos en línea. También, la WWW es la biblioteca más grande y desordenada del mundo, es el mayor centro de investigación al cual se accede a través de los buscadores. Con relación a esto último, se llega a la distinción de un emergente trabajo que incide drásticamente en los navegantes y en el éxito de los medios. Se trata del posicionamiento web (mejor conocido por sus siglas en inglés SEO, Search Engine Optimization). Y todos estos instrumentos están a disposición de cualquiera que tenga acceso a Internet; la diferencia, en este sentido, radica en los conocimientos de la persona que está conectada y, en consecuencia, en la aplicación de las mismas en sus tareas.
La responsabilidad de los buscadores
Como se mencionaba antes, Internet dio lugar, entre otras cosas, a la actividad no profesional del posicionamiento web; de hecho, pueden destacarse numerosas empresas dedicadas a este campo. ¿Por qué es clave relacionar los motores de búsqueda con el periodismo y los medios de comunicación? Porque las publicaciones digitales, haciendo excepción a las versiones online de los medios convencionales, reciben el 90 por ciento de su tráfico a partir de los buscadores, y para ser más exactos, de aquella cifra, Google y Yahoo son responsables de más del 85 por ciento. Estos números pueden contrastarse en el caso de las versiones digitales de revistas y diarios de papel, donde la marca juega un papel fundamental. Sin embargo, ello no significa que sus visitas generales no dependan en gran medida de los buscadores.
No obstante, la relación propuesta va más allá de lo recién desarrollado, porque es el modelo de los buscadores lo que origina cinco tendencias esenciales.
La masiva publicación de información, y en consecuencia, la decadencia de la misma. A las propuestas naturales que presentan los buscadores en sus listas de resultados, debe hacerse mención a las prácticas SEO, que se caracterizan por la manipulación de las consultas de las búsquedas que realizan los usuarios de Internet, lo que implica que la calidad de la información no sea siempre una variable relevante.
A la hora de la optimización de un sitio para que éste suba lugares, los criterios de mayor peso son el título de la página, los enlaces externos que enlazan con el medio, además de los hipertextos internos, y la distribución del término y/o frase en el contenido (estos son solo algunos aspectos para tener en cuenta, y cada uno de los mismos conlleva a un análisis profundo). En muchos casos, esto ocurre de manera accidental, mientras que en otros aparece el retoque de un SEO.
La optimización en los buscadores es también una actividad que pelea justamente por llevar a buen puerto aquellos contenidos que lo merecen, para lo cual uno postula, ¿quién tiene derecho a valorizar la información? Para el periodista, el modelo es injusto y adecuarse a él lleva al desmedro de cualquier tipo de investigación, ya que es más rentable dedicar el tiempo al procesamiento de noticias, de forma rápida y sin detenerse en exhaustivos análisis.
El tráfico de cada publicación digital depende en gran medida del desempeño que tienen en los motores de búsqueda. Ningún periodista, ningún medio puede ni quiere evadir a los buscadores.
El navegante va detrás de una información y no de un medio concreto (haciendo una distinción al caso de los medios tradicionales en la web). En lugar de que el lector reciba las noticias como ocurre en los canales de información habituales, va por ellas. Informarse y realizar una búsqueda específica no es lo mismo. De este modo, el cibernauta se ve forzado a valorar el sitio que está indagando, a realizar comparaciones y aplicar criterios periodísticos que jamás ha empleado antes.
La libertad de expresión y el NO a la imposición de ideologías. Los motores de búsqueda dan lugar, por otro lado, a una libre batalla de opiniones. Todas las páginas web tienen la posibilidad de aparecer en las listas de resultados.
Un mundo donde las fronteras están delimitadas por el idioma. Google o Yahoo, entre otros, ofrecen consultas sobre sitios de un determinado país, pero los resultados continúan teniendo un alcance global (dándole prioridad a las páginas de la zona elegida, lo cual actúa como una variable del posicionamiento). En Internet, los límites geográficos se desvanecen, en su reemplazo aparece el idioma. Es así como el periodista pelea por cada noticia a nivel mundial. Asimismo, es así como tanta diversidad genera que el verdadero valor de la información se pierda y quede en la nada, sin impactar fuertemente en una comunidad.
Herramienta vulnerable
Los motores de búsqueda son una herramienta magnífica de acceso a la información, pero es vulnerable y propicia un modelo de trabajo que se aleja del profesionalismo periodístico, porque se premia la abundancia de noticias y no el dedicado tratamiento de cada información. Google es el eje de este fenómeno, y de éste se esperan cambios permanentes, en relación a mejorar sus sistemas de valorización del contenido online, y para adecuarse a los métodos más drásticos de manipulación de posiciones. En los próximos años, la arena de combate tendrá tres protagonistas: Microsoft (con el buscador MSN), Yahoo, y Google, que ven claramente la importante función que cumple este espacio. Por lo tanto, las instituciones de medios de comunicación y los periodistas no deben permitir que el tema sea visto únicamente por estas tres empresas, sino que deben influir y participar en el desarrollo de cada proyecto, proporcionando opiniones que abran un debate serio y libre.
La profesionalidad periodística se ve seriamente amenazada por el vaivén de noticias, veraces o no, que circulan a un ritmo inusitado y no aplican las históricas pautas de noticiabilidad periodística. Por esto, muchos proyectos valiosos quedan opacados, porque el propio medio de bits lo permite.Es indudable que existen sitios prestigiosos, que presentan un sello de garantía y confianza frente a los que usan este medio solo con fines comerciales. Es indudable, además, que se trata de un medio absolutamente democrático, donde las más disímiles ideologías pueden expresarse con el consiguiente beneficio de la más absoluta libertad de expresión y el riesgo insoslayable de la ausencia de límites que puedan repercutir negativamente en mentes inmaduras o con escasa capacidad crítica.
El alcance de los multimedios en Internet
Los grandes multimedios que dominan la información que uno ve por televisión, escucha por la radio y lee en el diario, se encuentran con un desafío al tratar de llevar su poder a la red, porque una vez allí descubren que no son capaces de imponerse de igual forma a como lo hacen mediante los medios tradicionales.
En la red, los multimedios de cada país se enfrentan entre sí, en un combate completamente virtual, pero en el que cada medio se apoya en su contacto con la realidad fuera del monitor de la PC. En esta arena, muchas empresas de comunicación líderes han quedado afuera, mientras otras actúan tímidamente. Probablemente, el caso más paradójico de estos últimos tiempos es el del sitio de la CNN En Español, que de un día a otro, en septiembre del año pasado, eliminó su archivo y propuesta online. Es paradójico, porque este gigante se caracteriza por su visión multimedial, el uso de las tecnologías y su llegada a toda la comunidad de habla hispana.
En Internet no existen grandes monopolios. La información no queda en pocas manos, sino que sucede lo opuesto. Esto se debe, en gran medida, al modelo que propician los motores de búsqueda, y en este marco puede verse una notable y continua renovación del público.
No obstante, no todos los medios de comunicación que están en la web han fracasado. Las oportunidades existen para todas las publicaciones serias. Muchos de los diarios más importantes son los diarios más destacados de Internet. Y, paralelamente, están los lectores de los multimedios tradicionales, que buscan ampliar sus fuentes de confianza en el nuevo canal informativo. Lo que sí se aprecia en general es un desentendimiento de la autopista de información, acerca de sus posibilidades y limitaciones, principalmente en cuanto a la inversión y las estrategias de marketing.
Internet no es un diario, ni un canal de televisión ni tampoco una radio... es un imperio que ha invadido estos ámbitos y permite crecer en dimensiones gigantescas. Debemos acostumbrarnos y aceptar su presencia, pero es obligación de quienes hacen de Internet un medio de comunicación impedir que este coloso arrase con valores a los que no se debe renunciar: la verdad, el reconocimiento del prestigio y la búsqueda del saber, sin contaminaciones, provenientes del espíritu comercial mediante la persecución sin límites del rédito económico.

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